La segunda venida de Cristo
un suceso imponente será,
tan grandioso cual nunca fue visto;
más glorioso jamás se verá. De los cielos el Hijo del hombre en la gloria del Padre vendrá;
“Verdadero y Fiel» es su nombre,
y el cetro del reino tendrá, Verdadero y Fiel» es su nombre,
y el cetro del reino tendrá.
Cual relámpago, luce del este
una nube con luz de crisol,
cuyo brillo, que alcanza al oeste,
sobrepuja los rayos del sol; es la hueste de ángeles santos,
refulgentes de gloria y luz, que escoltan y loan con cantos
a invicto y glorioso Jesús,
que escoltan y loan con cantos
al invicto y glorioso Jesús.
Los impíos de miedo se espantan
y perecen al ver al Señor;
mas los justos las manos levantan
hacia Cristo, su buen Redentor. Contemplando sus gratos fulgores,
le aclaman con férvida voz:
“Rey de reyes, Señor de señores; mil hosannas al Hijo de Dios”,
«Rey de reyes, Señor de señores;
mil hosannas al Hijo de Dios».
Del sepulcro los lazos quebranta
que ataban al pobre modal;
a sus santos Jesús los levanta
revestidos de luz inmortal.
Y los lleva consigo al cielo,
los Corona y palmas les da,
y entonces disfrutan sin velo
a presencia del Dios Jehová,
y entonces disfrutan sin velo
la presencia del Dios Jehová.