Jesús, yo he prometido
servirte con amor;
concédeme tu gracia,
mi amigo y Salvador.
No temeré la lucha
si tú a mi lado estás,
ni perderé el camino
si tú alumbrando vas.
El mundo está acechando
y abunda en tentación,
sutil es el engaño
y loca la pasión;
acércate, Maestro,
revela tu piedad
y escude, fiel, mi alma
de toda iniquidad.
Si ves mi mente errando
Del necio mal en pos,
Concédeme que escuche,
Señor, tu clara voz.
Aliéntame en la lucha,
Mi espíritu sostén,
confórtame si temo,
impúlsame en el bien
Jesús, tú has prometido
a todo aquel que va
siguiendo tus pisadas,
que al cielo llegará.
Sostenme en el camino,
Y al fin, con dulce amor,
trasládame a tu gloria,
mi amigo y Salvador.