¡Cuán firme cimiento ha puesto a la fe el Padre en su eterna Palabra de amor! ¿Qué más a su pueblo pudiera añadir
de lo que en su Libro ha dicho el Señor,
de lo que en su Libro ha dicho el Señor?
“No tengas temor, pues contigo yo estoy.
SI, yo soy tu Dios, y te socorreré.
Apoyo, sostén, fortaleza y poder.
Con mí diestra justa yo te salvaré,
con mi diestra justa yo te salvaré.
Las aguas profundas no te anegarán,
ni aun cuando cruzares el mar de aflicción;
pues siempre contigo en tu
angustia andaré,
trocando tus penas en gran bendición, trocando tus penas en gran bendición.
Sí te hallas probado en ardiente crisol
mi gracia potente tu fe sostendrá;
tan sólo la escoria deseo quemar,
y el oro de tu alma más puro saldrá,
y el oro de tu alma más puro saldrá.
"Al alma que busca reposo en Jesús,
jamás en sus luchas la abandonaré;
aun cuando Satán la quisiere prender,
yo nunca, no, nunca la traicionaré,
yo nunca, no, nunca la traicionaré".