Señor, reposamos en tu santo día, cumpliendo el mandato legado por ti. Reposo buscamos, Dios nuestro, en
tu seno;
que así ordenaste en el Sinaí,
que así ordenaste en el Sinaí.
Tus hijos se acercan, oh Dios, a tu trono
en santa, ferviente, sincera oración, pidiéndote escuches su humilde
plegaria,
y gocen por siempre de tu protección,
y gocen por siempre de tu protección.
Alienta a tus hijos, que obtengan victoria,
Que puedan fielmente tus leyes cumplir;
y cuando vinieres, Señor, en tu gloria, que puedan por siempre contigo vivir, que puedan por siempre contigo vivir.