En el hogar do nunca habrá tristeza, muerte ni dolor, eterno gozo existirá, es la promesa del Señor.
Coro:
Velad y esperad al Salvador; muy pronto vendrá el Redentor. ¡Velad y orad! Vendrá el Salvador
Si vuestra senda angosta es,
¡seguid!, no os desaniméis; felicidad habrá después
en el hogar donde estaréis.
Es tiempo de ira trabajar
y dar las nuevas de salud
de Aquel que a todos ha de dar
hogar de eterna juventud.