Ando con Cristo, somos amigos,
y mantenemos fiel comunión;
ya de su lado nunca me aparto; ¡cuánto me alienta su comprensión!
Coro:
Ando con Cristo, somos amigos,
todas mis cuitas las llevó a él.
Ando con Cristo, marcho a su lado,
oigo la suave voz de Emmanuel.
Los oropeles vanos del mundo abandonélos sin vacilar.
Siendo su amor tan caro y profundo, llena de encanto nuestra amistad.
sólo son ayos que me conducen
a la presencia del Salvador.