En la sombra y en la luz;
por las sendas escarpadas
me acompañará Jesús.
Por los valles, por los montes,
do me lleva su bondad,
miro yo los horizontes
de una nueva claridad.
Coro:
y mi senda trazará.
A las célicas moradas
es Jesús quien me guiará.
la presencia del Señor;
él mis penas santifica
y me libra del temor.
Cristo con su mano herida
protección me puede dar
cuando cruzo de la vida
el inquieto y fiero mar.
Un Amigo hay, fiel y amante,
de infinita compasión,
que confiere paz constante
al contrito corazón.
En su amor hay eficacia,
es amigo siempre fiel,
hay en él verdad y gracia
es mi escudo y mi broquel.