Levántate, cristiano, levántate y
trabaja;
no dejes que tu vida se pase en la inacción.
El que en el ocio vive a su Hacedor ultraja,
no lleva sus deberes, ni cumple su misión.
Si quieres que la vida te ofrezca mil encantos,
si quieres que la dicha te inspire paz y amor,
trabaja con ahínco, sin miedo ni quebrantos;
y un cielo de ventura verás en tu redor.
Trabaja por el mundo, trabaja por el cielo,
sembrando buenas obras, sembrando bendición.
Virtud es el trabajo, alivio y fiel consuelo;
y sólo en él se encuentra la paz del corazón.