hable tu dulce voz;
susurre en tiernas notas;
Tú no estás solo, no.
Mi corazón prepara,
presto a escuchar tu ley;
canciones mí alma llenen
de gratitud y fe.
Coro:
háblame con amor;
Ya la victoria es tuya,
no tengas más temor.
hable tu tierna voz;
susurre en mis oídos;
Tu no estás solo, no.
dales tu santidad;
llénalos de tu gozo;
enséñales a orar.
A ti consagren todo,
vivan tan sólo en ti,
traigan tu reino pronto,
vean tu rostro aquí.
diste tu santa ley.
Tus testimonios siempre
quiero guardar por fe.
Quiero magnificarte,
quiero a tu gloria dar
el grato testimonio
de obedecer y amar.