Las manos, Padre, extiendo a ti;
mi fiel ayuda sé.
Sí tú no cuidas ya de mí,
¿a quién y adónde iré?
Coro:
Yo creo que en el Gólgota
Jesús por mí murió,
y con su sangre, del pecar
a mi alma libertó.
En tu Hijo amado creo yo,
conozco tu poder.
¡Oh!, suple mí necesidad,
renueva tú mi ser.
Los ojos alzo a ti, Señor,
Autor tú de la fe.
¡Oh!, dame el tan precioso don,
pues sin él yo moriré.