Amor que no me dejaras,
descansan y alma siempre en ti;
es tuya y tuvo la guarda las,
y en tu regazo acoger oro
la paz encontraras.
¡Oh Luz que en mi sendero vas?,
mi antorcha débil rindo a ti,
su luz apaga el corazón,
seguro de encontrar en ti
más bello resplandor.
¡Oh tu el gozo!, que por mi
sufriste que aquí mortal dolor;
tras la tormenta el arco vi
y la mañana, yo sólo se,
sin lágrimas será.
¡Oh cruz que miro sin cesar!,
mi orgullo, gloria y vanidad,
al polvo dejo por hallar
la vida que en su sangre dio
Jesús, mi salvador .