¡Oh qué salvador es Jesús, el Señor!
¡Bendito Señor para mí!
el salva al más malo de su iniquidad
dale socorro aquí.
Coro:
Me escondo en la roca que es Cristo, el señor,
y allí nada yo temeré;
me escondo en la Roca que es mi Salvador
y en él siempre confiaré,
y siempre con él viviré.
Veré a los amados a quienes dejé,
con ellos por siempre estaré.
Más quiero aún al amado Jesús:
sus glorias yo entonaré
Y cuando esta vida termine aquí,
la lucha al fin dejaré;
entonces a Cristo podré contemplar,
loor a su nombre daré.
Y cuando en las nubes descienda Jesús
glorioso en el mundo a reinar,
su gran salvación y perfecto amor,
por los siglos yo he de cantar.