En Jesús por fe confío,
del pecado me salvó;
y su sangre generosa
en la cruz por mí vertió.
De los hombres los pecados
él cargó con sumisión,
consumando por los siglos
nuestra eterna redención,
consumando por los siglos
nuestra eterna redención.
Salvación ofrece al hombre
que abandone todo error,
y en la fe de Jesucristo
se encamine con fervor.
El es padre cariñoso,
es amigo siempre fiel,
y conforta nuestras penas
si llegámonos a él,
y conforta nuestras penas
si llegámonos a él.
Vida eterna nos ofrece
y gratuita salvación,
sí dejamos el pecado
implorando su perdón.
Nos absuelve y nos sostiene
cuando asedia tentación;
da consuelo al afligido
y abrumado corazón,
da consuelo al afligido
y abrumado corazón.