Dominará Jesús, el rey,
doquier miremos en redor;
su amor, justicia y santa ley
asiento son de su esplendor.
Los pueblos traerán su don,
delante de el se postraran;
más lo que aún rebeldes son
la muerte eterna sufrirán.
Con gratitud exaltaran
los redimidos al Señor;
gozosos siempre cantarán
a Jesucristo, el Redentor.