Tú dejaste tu trono y Corona por mí
al venir a Belén a nacer;
mas a ti no fue dado el entrar en mesón,
y en pesebre te hicieron yacer.
Coro:
Ven a mi corazón, oh Cristo,
pues en él hay lugar para tí.
Ven a mi corazón, oh Cristo, ven
pues en él hay lugar para tí.
En el cielo las huestes gloriosas te dan
alabanza y seráfico honor,
mas humilde viniste a la tierra a sufrir
por salvar al más vil pecador
Tú viniste, Señor, con tu gran bendición,
para dar libertad y salud;
mas con saña furiosa te hicieron morir
aunque vieron tu amor y virtud
Alabanzas sublimes los cielos darán
cuando vengas glorioso de allí,
y tu voz entre nubes dirá: Ven a mí,
que a mi lado hay lugar para ti.