Jesús pronto volverá
al mundo con gran poder.
Promesa nos dio; y la cumplirá;
su rostro podemos ver.
E gloria y majestad vendrá
nuestro Salvador,
pues señales por doquier
anuncian al señor.
Muy pronto el Señor vendrá,
y el pueblo que le esperó,
del vil tentador librado será,
por Cristo, quien lo salvo.
Sus hijos disfrutarán
de Cristo la comunión,
y por siempre gozarán
su eterna salvación.
Del norte y del sur vendrán
trofeos del Redentor.
Las islas del mar sus joyas darán
que adornen al Salvador.
Los santos con él irán
las bodas a celebrar,
y por siempre gozarán
en su feliz hogar.
Muy pronto Jesús vendrá
y el mal llegará a su fin:
con gran majestad su voz sonará
gloriosa por el confín.
Los ángeles tocarán
trompeta de salvación
y los santos vivirán
su eterna redención.