para todo labrador;
ven y ayuda en la campiña
del amante Salvador.
la salud espiritual;
diles que Jesús las llama
a su reino celestial.
Coro:
Un lugar propicio quiero
donde pueda trabajar;
aunque humilde, yo prefiero
ir de Cristo a predicar;
darla luz de Cristo al mundo
que se encuentra en perdición,
ha de ser celo profundo
que domine el corazón.
Quiero ser un buen maestro
como fuera el Redentor;
dar la Biblia al mundo entero,
donde encuentre salvación.
A los que le han conocido
Jesucristo invita hoy
a salvar a los perdidos
por los cuales él murió.
Con las huestes celestiales
ante el trono de Jesús
han de unirse los mortales
redimidos por la cruz.
Y con gozo allá en la gloria
cantaremos la canción
de los triunfos y victorias
que nos dieron redención.