Las maravillas del amor
¿quién la puede entender?
Pues Dios el Hijo descendió,
pues Dios el Hijo descendió
dispuesto a padecer.
En santo sacrificio el
su cuerpo ofreció.
Por nos gustó la amarga hiel,
por nos gustó la amarga hiel,
por nos su vida dio.
Y ante el padre con fervor
el hace intercesión,
por cuantos, fiados en su amor,
por cuantos, fiados en su amor,
anhelan salvación.
Conoce la debilidad
de nuestro humano ser.
Siendo hombre nuestro Mediador,
siendo hombre nuestro Mediador
nos puede sostener.
Su amor no se satisfará
hasta que, al final,
contemple a los que redimió,
contemple a los que redimió,
ya en gloria celestial.