Jesús invita hoy
a todos a cenar,
y el sacrificio de la cru
zasí a conmemorar.
El vino y el pan,
emblemas del dolor
cruel sufrido por Jesús,
despierten nuestro amor.
El dijo así: "Tomad
del pan y de la vid,
y mientras juntos me esperáis,
mi muerte discernid".
Muy pronto pasará
la noche abismal,
y a sus santos Cristo al fin
dará otra cena igual.