Una es, Señor, mi petición,
pues en mi senda infiel erré:
sea por agua o en crisol,
¡oh límpiame!, ¡oh límpiame!
Coro:
¡Oh límpiame de mi maldad
en tu crisol, si he menester!
No importa el medio, oh Señor,
¡oh límpiame!, ¡oh límpiame!
Si al alma das más luz, tu don agradecido cantaré;
pero de un puro corazón
más gozaré, más gozare.
Sólo en el limpio corazón
podrá tu faz resplandecer
y ser completa la visión
de tu poder, de tu poder.
Quiero mi senda enderezar,
libre del mal ser quiero hoy;
mas para mí vano es luchar,
indigno soy, indigno soy.