Un día yo he de faltar
de mi lugar en esta grey;
mas ¡oh, qué gozo al despertar
en el palacio de mi Rey!
Coro:
Y cara a cara le veré,
y viviré con él allí,
y para siempre cantaré:
Salvado por su gracia fui.
Un día a mí la muerte atro
zvendrá, mas cuándo, no lo sé;
sólo esto sé, que con mi Dios
un sitio yo feliz tendré.
Un día yo, tal como el sol,
mi ocaso y fin tendré también;
mas cuando venga el Salvador,
su voz dirá: Ven, hijo, ven.
El día fausto aguardo yo,
y sé que pronto llegará;
vendrá en su gloria mi Señor
y a su mansión me llevará.