Los hijos del reino preséntanse ya:
resuena guerrera la voz de Jehová.
Conflictos terribles Satán provocó;
¡las armas tomemos, que ya comenzó!
La hueste contraria se apresta a la lid,
mas no la temáis, con valor embestid. Dios es nuestra fuerza, es nuestra
canción:
resueltos marchemos alzando pendón.
Soldados valientes, al triunfo marchad:
con Cristo por jefe, ¿quién vacilará? Blandiendo la espada del Verbo de
Dios,
resueltos seguid de su lábaro en pos.
Mil luchas y pruebas nos han de costar las áureas Coronas que hemos de usar; ornarán refulgentes, con gran
esplendor,
la frente de aquellos que tienen valor.