Si la fe me abandonare,
él me sostendrá.
Sí el mal me amenazare,
él me sostendrá.
Coro:
El me sostendrá,
él me sostendrá.
Porque me ama el Salvador,
él me sostendrá.
Nunca yo podré afirmarme
con tan débil fe;
mas él puede dirigirme,
y me sostendrá.
Son su gozo y complacencia
cuantos él salvó,
y al salvarme su clemencia,
él me sostendrá.
El no quiso ver perdida
mi alma en la maldad;
dio su sangre por mí vida,
y él me sostendrá.