Baja el sol tras las montañas, y la tarde ya llegó;
calma y quieta cae la noche; otro día terminó;
ya se fue con sus problemas, viene otro anochecer;
mas cercano está el día cuando a Cristo he de ver.
Coro:
Más cerca estoy, más cerca estoy de mi hogar,
mi hogar celestial;
más cerca del Edén adonde muy pronto iré,
donde el gozo es eternal.
Muy cansado el peregrino ve el fin del día llegar,
porque del trabajo arduo otra vez va a descansar.
Tal la vida en este mundo, que me toca afrontar,
y las sombras de la noche sé que pronto he de probar.
Otro día en el viaje a mi hogar, el celestial;
ya más cerca está el río claro como el cristal;
ya el cielo se aclara, puedo ver su áurea luz;
cada día más me acerco a la patria de Jesús.