El amanecer del día
sus albores va anunciando; viene el tiempo de alegría,
y la eterna paz de Dios.
CORO
Venga, sí, día eterno;
negra noche, ¡oh, cese ya! ¡Venga ya, sempiterno de placer y eterna paz!
Por los montes va brillando refulgente luz del cielo;
el clarín está anunciando la venida del Señor.
Muerte y llanto olvidaremos cuando en gloria venga Cristo. Para siempre gozaremos la presencia del Señor.