Dadme la Biblia, reluciente estrella,
norte del nauta en tormentoso mar;
nunca el nublado esconderá su brillo,
pues las tinieblas puede disipar.
Coro:
Dadme la Biblia, santa y clara nueva,
luz del camino angosto y celestial;
regla y promesa, ley y amor unidos
hasta que rompa el alba eternal.
Dadme la Biblia, en mi desaliento,
cuando el pecado cáuseme temor;
dadme los fieles dichos del Maestro;
siempre me encuentre junto al Salvador.
Dadme la Biblia, antorcha a mis pisadas
en la insegura senda terrenal;
única luz constante en las tinieblas;
prenda de paz y amparo celestial.
Dadme la Biblia, luz de vida eterna;
junto al sepulcro su esplendor alzad;
sobre el Jordán destáquense las puertas
fúlgidas de la célica ciudad.