Un día que el cielo sus glorias cantaba,
un día que el mal imperaba más cruel,
Jesús descendió y al nacer de una virgen
nos dio por su vida un ejemplo tan fiel.
Coro:
Vivo, me amaba; muerto, salvóme;
y en el sepulcro mi mal enterró;
resucitado, él es mi justicia;
un día él viene, pues lo prometió.
Un día lleváronle al monte Calvario,
un día enclaváronle sobre una cruz;
sufriendo dolores y pena de muerte,
expiando el pecado, salvóme Jesús.
Un día dejaron su cuerpo en el huerto:
tres días en paz reposó de dolor;
velaban los ángeles sobre el sepulcro
de mi única eterna esperanza, el Señor.
Un día la tumba ocultarle no pudo,
un día el ángel la piedra quitó;
habiendo Jesús ya a la muerte vencido,
a estar con su Padre en su trono, ascendió.