Cuánto anhelo llegar al celeste hogar,
a la margen del río de vida;
sorpresas sin fin me aguardan allá; mas ¡oh, qué será ver a Cristo!
Coro:
¡Oh, qué será ver a Cristo!
¡Qué será ver al Señor!
Prometiónos llevar
al eterno hogar,
mas ¡oh, qué será ver a Cristo!
Unos han de morir para no más vivir, mas los justos a vida retoman.
¡Qué gozo será volverlos a ver!,
mas ¡oh, qué será ver a Cristo!
Cuando vaya a vivir en aquella ciudad, cuando vea el rostro divino,
no habrá más dolor,
ni muerte jamás.
¡Oh, sí, qué será ver a Cristo!