No puede el mundo ser mi hogar,
sus bienes han de perecer;
anhelo pronto a Síon llegar
y a mí Maestro ver.
Coro:
Iré al hogar,
a mi eterno y dulce hogar,
mi hogar;
sí, iré al hogar
que Jesús fue a preparar.
La muerte allí no existirá;
tampoco la separación;
tristeza nunca más habrá
en la anhelada Síon.
Deseo pronto arribar
al puerto de la eterna paz.
Con Cristo quiero allí reinar
dejando el mundo atrás.