Alabanzas sin cesar entonemos al Señor;
himnos mil a su bondad entonemos con amor.
El nos da la plenitud de su gracia celestial;
es la fuente de salud para el infeliz mortal.
Del pecado abrumador él nos vino a libertar;
nos ofrece salvación, y nos llama sin cesar.
Ya podemos recorrer el camino terrenal
sin temor hasta obtener nuestra herencia celestial.
Y entretanto que el Señor nos reciba donde está,
entonemos el loor que bondadoso acogerá.
Mientras huelle nuestro pie este mundo pecador,
ofrezcámosle con fe nuestro canto, nuestro amor.