Cristo, tú eres para mí
más que vida en este mundo aquí.
Por tu sangre limpio soy
y a tu lado ya seguro estoy.
Coro:
Cada día, Señor,
sé mí fuerte protector.
Que tu tierno amor en mí
me sostenga siempre junto a ti.
En la vida tan fuga
zcon tu mano siempre me guiarás;
y confiando en ti, yo sé
que el camino nunca perderé.
Más y más te quiero amar,
y contigo siempre anhelo andar;
y tu inagotable amor
en el cielo gozaré, Señor.